En la sección La Invitada de Hoy del lunes 30 de marzo, tenemos a Karen Saavedra desde Portugal. Le dije estilo libre y hizo un vídeo.
¡Que disfrutéis!
Vídeo: Karen
Texto: Anna
Lunes 30 de marzo
Ahora que he acabado mis deberes, ya puedo empezar con mis cosas. Demasiado tarde: el día ha terminado.
Hoy al levantarme he mirado por la ventana y me he llevado una grata sorpresa al ver que nevaba, no me lo esperaba. Creo que la nieve ha aclarado un poco el mal humor que tenía, como cuando el agua se lleva el jabón por el fregadero.
Me he despertado muy tarde.
Me he hecho un café y mientras lo tomaba ha sonado el teléfono, ya sabía quién era antes de responder; mi sobrina hacía video-llamada múltiple: mi hermana mayor y mi sobrina, mi madre, mi hermana mediana y mis sobrinos, y yo.
Hemos hablado un rato, hemos visto la nieve. Nevaba mucho y ha cuajado, pero solamente un rato. Después se ha fundido, por la tarde nadie hubiera sospechado que ha nevado.
Después de la video-llamada he conseguido que el programa para hacer música renderizara, así que por fin he acabado la primera canción que he grabado en toda mi vida yo solita. Se la he mandado a Marc y me ha dicho que le ha gustado mucho. Creo que lo voy a nombrar presidente oficial de mi club de fans, aunque no tenga club de fans.
Después del éxito con la canción -o justo antes, no se – he hablado por Whatsapp con Beni y me he quedado tranquila, llevaba un día enfadada con el. Soy una bruja. “Hexe, Hexe”.
Hoy he cocinado un puré de patatas que, en un principio, me ha gustado mucho porque se parecía al puré de patatas de bolsa (tengo un paladar muy fino, macfino), pero al cabo de un rato lo he encontrado repugnante. Por la noche, a la hora de cenar, lo he intentado arreglar y ha sido peor todavía.
Después de comer he hecho yoga con una mujer que da clases de yoga cada día en directo, online, por supuesto. Nunca lo hago en directo, pero hoy me hacía ilusión hacer algo a la vez con el resto del mundo.
Lo de hacer yoga después de comer no ha sido muy buena idea, pero mejor, mejor hacer yoga después de comer, que no hacer nada. Hay que mover el cuerpo. O si no, después, todo son dolores.
Después de yoga Marc me ha preguntado que si quería hacer video-llamada porque me quería dibujar con su tablet. Le he dicho que si, pero que primero me duchaba y lo llamaba después. Mi plan era hablar con él y mientras él me dibujaba, yo hacía un trabajo que tengo que terminar mañana para la escuela. Yo creo que no conozco persona menos realista que yo, que me creo con super-poderes para hablar con un amigo y hacer deberes al mismo tiempo. Al fin y al cabo, si él puede dibujar mientras habla, por qué no puedo yo estudiar y hablar con él a la vez?
Total, que ni yo he estudiado ni él me ha dibujado, porque a la que he visto más tarde en el dibujo se parecía más a emma Thompson con parálisis facial que a mi.
Conversando con Marc, hemos llegado ambos a la conclusión de que esta cuarentena, curiosamente, ha cumplido algunos de nuestros deseos. Hemos llegado a la conclusión también de que estamos bien en casa, que no queremos salir nunca más y que no queremos volver a nuestra vida anterior.
Llegados a esta conclusión, hemos añadido a Iñaki a la video-llamada.
Me he reído mucho con ellos. De todos estos años que llevo en Berlín, he tenido que esperar a que haya una cuarentena que nos obligue a todos a estar encerradísimos en casa, para hablar con mis amigos por video-llamada.
Finalmente he conseguido apartar todas mis distracciones y centrarme en mi trabajo de la escuela sobre gente que se autolesiona. Hay algunos que llegan a castrarse o a hacerse heridas en el ojo, dentro del ojo.
Entre amputación y castración me he hecho la cena que, a parte del puré insalvable, me ha quedado muy rica.
Y ahora estoy aquí, ya he terminado mis deberes y estoy escuchando una lista (una playlist) de música que corre por Facebook, que me ha recomendado Marc. La ha hecho el tal Ibon Errazkin, el del grupo Single.
Puedo decir que el día ha empezado bien, con nieve y video-llamadas, y ha acabado mejor, con un trabajo menos por hacer y miles de canciones por delante, por escuchar.
Odio los martes, pero a veces las mejores cosas suceden en martes. Ay, mierda, creo que es lunes.
Lunes 30 de marzo, por Karen: