En la entrada diez del diario volvemos a tener a un invitado muy especial: mi sobrino Thilo. Tiene seis años, vive en Berlín y nos cuenta qué hizo el jueves 26 de marzo del 2020.
Texto arriba: Anna.
Texto abajo: Thilo.
Jueves 26 de marzo
13:22
Hoy no me he levantado muy pronto. Se me ha olvidado por completo que tenía que estar delante del ordenador a las ocho. Por suerte, no nos han pedido asistencia.
Hoy estoy de mejor humor. Veo con buen ánimo el día que tengo por delante. Me he hecho un plan mental: terminar el café, hacer deberes para la escuela (si empiezo pronto, quizá tenga la mente más despierta para concentrarme) después ir a comprar pan rallado para la masa de croquetas que hice ayer, hacer las croquetas y más tarde ver el concierto de Roldán en el Corona Fest mientras me bebo una cerveza. Me hace mucha ilusión ver este concierto. Lo vi hace muchos años en el Lupita (en Barcelona). De hecho, lo descubrí allí. Me lo había puesto Iñaki en su casa, pero no le había prestado mucha atención. Luego otro día me arrastró a su concierto, creo que era viernes. Me acuerdo que en la puerta nos encontramos con Gloria y con Lorena. Nos paramos a saludar. Gloria contó una anécdota (cosa que se le da muy bien) sobre el pañuelo que llevaba en el cuello, y al pronunciar las palabras “era de mi difunto abuelo” Lorena se descojonó y le dijo que hablaba como una vieja, yo también lo pensé, pero no lo dije. En aquel tiempo solo las conocía de vista y de pararme a saludar, hola qué tal, así que nos metimos Iñaki y yo en el Lupita. Había muy poca gente. Más tarde, a mitad de concierto, llegaron más personas. Habría fútbol o algo así.
Disfruté mucho de aquel concierto. Se creó una atmósfera muy bonita. Desde entonces ya no he dejado de escucharlo. Aunque no he podido volverlo a ver en concierto nunca más, porque ha tocado en Barcelona, pero yo vivo en Berlín. Y por cosas de la vida, como este virus absurdo, hoy lo voy a poder ver otra vez, en directo. A través de una pantalla, vale, no es lo mismo, pero también tiene algo de mágico.
Cuando termine este café, me pongo a estudiar. Lo prometo.
17:26
Me acabo de acordar de que tengo que comprar desodorante. Me voy al súper.
22:53
Reloop. Tengo la sensación de que esto del diario empieza a ser algo repetitivo: he ido al supermercado, no había papel de váter, he visto el Cuarentena Fest, he cocinado, mi sobrina y mi cuñado han salido bailando durante unos segundos en el telediario, mi sobrino me ha mandado un audio en el que me explica lo que ha hecho hoy.
Pienso que quizá hace dos años hubiera pagado por estar donde estoy ahora. En cambio ahora no quiero estar como estoy. No así. Aquello de cuidado con lo que deseas.
Quiero ver a mis padres, a mis sobrinos, a mis hermanas, a mis amigos.
Jueves 26 de marzo, por Thilo Denegris Taulés:
(Traducción al español, abajo).
Diario dictado (Thilo no sabe escribir):
Hi ha molt poques coses que m’enrecordo.
Avui he anat a casa de la Raquel amb la bicicleta a passejar, hem anat al Haden-Haide, hem fet un paseíto per el Haden-Haide, hem anat a casa, he jugat una mica, he menjat i, bueno, i hem fet un gelat de Colacao, i hem provat amb banana.
I entons m’he anat a dormir i ara ho estic dient quan m’estic anant a dormir, quan la meva mami m’ha dit si ho vull fer, i he dit que si, i ara ho estic fent, clar, com jo he dit que si, pues ho faré. Adeu, besitos.
Traducción al español:
Hay muy pocas cosas que me acuerdo.
Hoy he ido a casa de Raquel con la bicicleta a pasear, hemos ido al Haden-Haide, hemos hecho un paseíto por el Haden-Haide, hemos ido a casa, he jugado un poco, he comido y, bueno, y hemos hecho un helado de Colacao, y hemos probado con banana.
Y entons me he ido a dormir y ahora lo estoy diciendo cuando me estoy yendo a dormir, cuando mi mami me ha dicho si lo quiero hacer, y he dicho que si, y ahora lo estoy haciendo, claro, como yo he dicho que si, pues lo haré. Adiós, besitos.